Una amiga de mi amiga que nos escribe de España, aporta su historia bajo el
nombre de Telma Eloísa. Habiendo conversado con ella, elije su nombre en
homenaje a la película Thelma and Louise, donde dos mujeres oprimidas atraviesan
muchas aventuras juntas camino a su libertad y desafiando muchos malestares. La
recomendamos fuertemente.
https://www.imdb.com/title/tt0103074/
Telma
Eloísa establece un Match con un muchacho de Bumble. Bumble es como Tinder, pero
tiene un seguro extra. Solo la mujer puede iniciar la conversación, una vez
establecido el match. Esto la red lo presenta, como valor agregado, por
seguridad de la mujer. Sí queridas y queridos, en estas redes, el mayor temor
del hombre es que su date sea gorda y el de la mujer, ser violada. ¿Pequeña
diferencia no?
Resulta que matchean con un tal Martin y con este Martin tienen
muchas coincidencias. A los dos les gusta la pintura surrealista. A los dos les
gustan las novelas de Gore Vidal. Ambos escuchan a Joy División. Martin es un
muchacho atlético y llamativo, delgado y luce un corte de pelo asimétrico, que
lo hace destacarse de entre la multitud. La atracción es fatal. Telma Eloísa
entra en el juego, secundada por la fuerza de las coincidencias, que, piensa
ella, son señales de que de algún modo pertenecen juntos. Muestra la foto del
joven a sus amigas y las amigas le dicen “oye tía, es igual que tú, pero en
tío”. Y con este veredicto nuestra amiga y sus amigas cierran el pacto de que
Martín está pa darle, pa pareja, pa enamorarse y para crear todas las
expectativas posibles.
Round I
Llega el día del encuentro presencial y las
expectativas se multiplican, ya que Martín (que al final se llama José y usa ese
nombre en las redes por si lo ve alguien del trabajo) sabe qué decir. Dice
Martin que no tiene hijos. Sostiene Martin que si encontrara la pareja que le
cierre podría tenerlos o adoptarlos. Refiere Martin algún otro plan a futuro
estándar que encaja en las ilusiones, que Telma Eloísa, a esta altura ya
confesó. Remata Martín con la frase estudiada “no es el sexo lo que me
interesa”. Cree Telma Eloísa que lo que eso quiere decir, es que no le interesa
el sexo sino el compañerismo y el amor. Porque ese es el raciocinio lógico
deductivo que las mujeres hacemos, si no le interesa el sexo entonces le
interesa más el amor. Las expectativas van en fractal.
Round II
Y llega el
día del encuentro sexual, y Martín/José es tan salvaje (en el mal sentido) que
Telma le tiene que decir que pare y que no haga. Y se queda sintiendo mal y
culposa. Y al final no la pasa tan bien. Y al día siguiente, no sabe que nombre
ponerle a la emoción que la invade, hasta que encuentra un texto de esos que nos
salvan la vida y sabe que se sintió invadida. El mensaje de rechazo, no tarda
en llegar. Hola Telma soy José. La verdad no pegamos onda en la cama. Por ahí
podemos seguir como amigos. Telma siente cierto alivio. Pero tampoco tarda en
llegar el regreso atroz del guerrero perverso. José regresa al día siguiente,
con la excusa de que estaba nervioso por el trabajo, su trabajo es muy
estresante. Se acomoda y el segundo encuentro sale un poco mejor. Vuelve a
hablar de Joy Division. Telma quiere desesperadamente restaurar la ilusión de
los primeros tiempos, así que vuelve a escuchar una versión editada de la
realidad. Solo escucha lo bueno.
Round III
Llega el tercer encuentro y las
confesiones son varias. José cuenta abiertamente los engaños que le hizo a
varias mujeres de Bumble y de Happen. Telma confiesa que quiere estar con él así
que ya apagó la aplicación Bumble de su teléfono. Nuevo encuentro sexual lleno
de desencuentro.
Round IV
El descarte… José (será este su nombre) no habla
sábado ni domingo, ni el lunes, ni en toda la semana. Hasta que por fin Telma le
escribe un “Hola” el jueves… a lo que él contesta “ahhh menos mal que me
escribís, porque se me formateó el teléfono y perdí todos los números. Te llamo
más tarde”. Demás está decir que no llamó nunca. Final feliz No contenta con
este desenlace, la amiga de mi amiga se envalentono, dio la debida importancia a
su decepción y denunció a José/Martín en la red. Le escribió a Bumble y le contó
lo sucedido. Bumble le contestó agradeciendo, identificó el perfil y lo retiró
de la red. Al menos con ese nombre, esa foto y ese mail, no podrá hacer otro
perfil. Al menos en esta red, al menos por un día, se hizo justicia.
Comentarios
Querida Telma Eloísa, te aseguro que no estás sola. Aquí estoy yo,
tu amiga que te puso en contacto conmigo y hasta la gente de Bumble que se
solidarizó con vos. Acá estamos con vos agarraditas de la mano para saltar sobre
el abismo con el auto, como hacen Thelma y Louise.
Amiga, salir con gente por
Bumble, Tinder, Happen o lo que sea, yo personalmente lo considero un deporte
extremo. Y si estás saliendo de una ruptura o sos un poco más romántica y de
corazón más sensible, lamentablemente mi recomendación es que evites estos
espacios. En algunos momentos en nuestras vidas llenamos los vacíos con
expectativas exacerbadas.
En estas redes lo que pasa es que nosotras, por lo
general, vemos las redes como un medio, para conocer una persona, tener una
relación y abandonar la red. Y del otro lado lo que encontramos, gran parte de
las veces, son personas que esperan un encuentro sexual sin compromiso, con un
cuerpo que medianamente les guste, que no obligue a ningún tipo de vínculo u
obligación y que posteriormente se descarta sin remordimiento, para seguir
buscando el próximo contacto similar. Esta disonancia de expectativas casi
siempre nos pone en problemas.
Por otro lado, hay una cosa que siempre nos
juega en contra y yo estimo, que muchos de estos fuckboys superficiales y
seriales, lo conozcan y lo usen a propósito. Las coincidencias. Nosotras
conocemos alguien parecido a nosotras con los mismos gustos y hobbies, y
queremos eso, porque lo que queremos es alguien con quien compartir. A ellos no
les interesa compartir más que una noche, así que lo que hacemos al día
siguiente, que comemos, que escuchamos y si nos gustan los animales, a ellos no
les interesa. A esa hora ya se fueron. Las coincidencias nos hacen pensar, que
el otro está viendo lo mismo. La misma coincidencia. Y que tal como nosotras se
va a enamorar por eso.
Amiga, te aclaro, los hombres de género por lo general no
quieren una mujer que se parezca a ellos, quieren una mujer que se parezca a su
madre. La que quiera conocer técnicas de “como enganchar a un hombre”, (concepto
bastante cuestionable, dicho sea de paso), que se fijen en cómo era su madre. Si
era dominante, sean dominantes, si era indiferente, sean indiferentes… y por ahí
va. Otra vez, expectativas que no coinciden. Por fin, con respecto a su
llamativa frase “no me interesa el sexo”, ¿no te suena un poquito como una frase
hecha? ¿No te dio, al menos un poquitín que pensar? A ver si no le interesa el
sexo que es lo que le interesa entonces ¿le preguntaste? Hay que preguntar más
amiga. Por lo general ahí tenemos otra perspectiva distinta. A nosotras nos
interesa el amor más que el sexo. A ellos si no les interesa el sexo… es porque
les interesan cosas peores, por ejemplo, el poder, el dominio que tiene sobre
ti. Fue la única verdad que te dijo.
Manejar las expectativas es nuestro gran
desafío, y para tal fin recomiendo lo siguiente:
1 - Vayan con menos de 0,05% de
expectativas
2 - Estén atentas a las banderas rojas. ¿Un tipo con un nombre
falso? ¿no le interesa el sexo? Ya eso te tiene que dar que pensar
3 - Estén
atentas a lo que sienten… ¿Te sentiste invadida? Razón más que suficiente para
no verlo más.
4 - Recuperen la dignidad conservadora de otrora, sin querer
parecer fuera de época, lo cierto es que al abordar estos vínculos no está mal
como criterio. ¿Te descartó una vez, no es cierto? ¿para qué le permitís volver?
5 – Sean claras con lo que quieren. ¿Queres un novio? Deci eso. No digas que no
sabes que buscar y qué venís a ver qué onda. La ambigüedad lleva a
interpretaciones distintas y promueve expectativas que no encajan.
6 – Por fin,
hasta que se laven los cestos, es tiempo de vendimia. Si se ponen de novios
exclusivos borran la aplicación los dos juntos. Si es este tu objetivo, debes
decirlo.
Por supuesto que todo esto es fácil de decir y difícil de hacer.
Todas caemos constantemente en la trampa de las expectativas. Pero es importante
ir haciendo estas distinciones e ir aprendiendo a comunicar asertivamente y
denunciar los maltratos recibidos. Por mí, por ti, por las demás. Ninguna
persona merece ser herida de esta manera tan vil y como psicóloga les aseguro
que el duelo por estas relaciones que no fueron es sorpresivamente más dañino
que el duelo común por la pérdida de una relación. El tiempo pasado saliendo por
estas redes no es gratis. Nos erosiona la capacidad de ilusionarse, entregarse y
ser saludablemente vulnerable. Nos pone en riesgo y nos cambia porque suelen ser
espacios donde inadvertidamente aprendemos lo que es la indefensión aprendida.
En este lugar nos presentamos vulnerables y somos adiestradas de manera
pavloviana para transformarnos en objetos destruidos y sumisos. El castigo del
deseo es intencional y sistemático, no seamos inocentes. (lean a Tamara
Tenebaum). Mis felicitaciones a Bumble por su responsabilidad. Y para vos y
para todas... hay que denunciar más!
Comentarios
Publicar un comentario