Hoy me desperté con una pesadilla, de esas de flashback que nos dan de vez en cuándo...
En mi sueño estuve de vuelta en casa de mis ex suegros. En un pueblo chiquito y aislado donde yo no hubiese elegido vivir nunca si tuviera en ese entonces los conceptos que tengo ahora.
En mi pesadilla de horror manejaba el y yo no, el estaba cerca de su familia y yo lejos de la mía. Yo estaba sin ingresos.
El dormía conmigo en la cama y me acariciaba y yo no quería. Le decía que me dejara en paz y no había caso.
Era rarísimo porque yo estaba con mi pareja actual que es un amor total y estaba en esa casa y en ese lugar, rindiéndole pleitesía a alguien que no quería.
Por fin se da una fiesta en esa casa y mi ex suegro levantaba un vaso para hacer un brindis. Se le leía el sarcasmo en la frente. Yo sabía que se me venía una humillación terrible.
De a poco me empiezo a dar cuenta que era el día (que honestamente no recuerdo cual) en que me casé con el PsicoNarci (el primero, el inservible) por civil.
Verán en mi seguidilla hubo lugar para todo. Desde un hombre niño, a un narcisista muy maligno y muy encubierto a un Psicópata con comorbilidad de Asperger.
Volviendo al sueño, mi ex suegro me iba a humillar en público, brindando por la fecha de un casamiento que yo no quería y que está terminado hace décadas. Yo iba a ser la risa de la fiesta y que hacía yo? Aún ya estando con mi pareja actual, aún teniendo mis dos piernas, aún estando viva y entendiendo todo? ME QUEDABA.
Ese es el error más terrible el más significativo. ME QUEDABA Y PENSABA QUE TENÍA QUE AGUANTAR ESO. PENSABA QUE NO HABÍA SALIDA. Hasta le decía a mi actual pareja que nos quedáramos al menos hasta que el viejo terminara…
De todos los errores que puedes leer en este breve texto que te comparto en mi desvelo matutino, el peor de todos es ese. PENSAR QUE TENEMOS QUE AGUANTAR. NO ACTIVAR Y SALIR. QUEDAR PARALIZADA. SOMETERSE.
Yo no sé donde hemos aprendido esto, pero en algún lugar fue, de algún modo subliminal nos fue deslizada a todas esta idea perversa del tener que aguantar los golpes, de sacrificar nuestra dignidad para ser aceptadas.
Pasados los años y ya recuperada vengo a decirte hermana que TODO ESO ES UNA MENTIRA.
HAY QUE LEVANTARSE E IRSE A LA PRIMERA INTERRUMPIENDO A TODOS, A TU JEFE, TU PAPA, EL PRESIDENTE O EL PAPA. Ya dejémonos de tanto decoro.
De verdad siento que esa es la piedra de toque de la recuperación. Tal como aprender a recuperar el criterio propio y la confianza en el dolor propio. Realmente me atrevo a validar también el patear de los tableros y hasta el merecido escandalo.
Que queden lejos los tiempos en que nos callábamos por decoro, nos quedábamos por educación y peor, no hablábamos para no ser tóxicas.
Mujer, habla, álzate, levántate y ándate.
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