A U T O E X I G E N C I A
Fue sencillo.
Plantaron en ti la semilla de la exigencia.
Que siempre tuvieras la sensación de que nunca era suficiente.
Que daba igual lo bien que quedara, tú siempre lo veías mal.
Tú siempre te veías mal.
Porque había un notable entre siete sobresalientes.
Porque no quedaba lo suficientemente recto.
Porque sobraba un poco de grasa por aquí.
Porque esto podría estar más limpio.
Porque todo era tu culpa.
Porque si te esforzaras un poco más.
Todo sería mejor.
Fue terrible.
Porque tu meta fue lo perfecto.
Y la perfección no existe.
La angustia, las taquicardias, la sensación constante de fracaso.
Sin darte cuenta que tu mínimo era el éxito de muchos y muchas.
Que lo que hacías era hacerte daño a ti mismo/a.
Era una cuestión de autoestima.
Y luego te rompiste.
Porque nadie puede aguantarlo todo.
Y tuviste que mirarte con nuevos ojos.
Empezar a quererte por lo que simplemente eras.
Imperfecto/a y humano/a.
Tuviste que aceptar que no importa el resultado.
Que lo realmente significativo es el camino.
Y el placer. Por viajar.
ROY GALÁN
Recuerda,
No es Autoexigéncia, es Autoritarismo introyectado.
No es Perfeccionismo, es Opresión introyectada.
Solta la Panza
Solta el Reloj
Hoy me desperté con una pesadilla, de esas de flashback que nos dan de vez en cuándo... En mi sueño estuve de vuelta en casa de mis ex suegros. En un pueblo chiquito y aislado donde yo no hubiese elegido vivir nunca si tuviera en ese entonces los conceptos que tengo ahora. En mi pesadilla de horror manejaba el y yo no, el estaba cerca de su familia y yo lejos de la mía. Yo estaba sin ingresos. El dormía conmigo en la cama y me acariciaba y yo no quería. Le decía que me dejara en paz y no había caso. Era rarísimo porque yo estaba con mi pareja actual que es un amor total y estaba en esa casa y en ese lugar, rindiéndole pleitesía a alguien que no quería. Por fin se da una fiesta en esa casa y mi ex suegro levantaba un vaso para hacer un brindis. Se le leía el sarcasmo en la frente. Yo sabía que se me venía una humillación terrible. De a poco me empiezo a dar cuenta que era el día (que honestamente no recuerdo cual) en que me casé con el PsicoNarci (el primero, el inservible) po
Comentarios
Publicar un comentario