Ir al contenido principal

Yo quiero que facturen y también, que lloren.

Si me piden mi opinión del tema del día (Alberto, por favor, decrete feriado que tengo que discutir esto), les diría que Shakira salió verdaderamente del armario y que esto si es una verdadera canción de loba. AUUUUUUU!!!! Sacudió las polillas de la vergüenza y el ocultamiento del despecho en que nos han adiestrado, se pasó por donde no da el sol la idea de proteger la reputación de su ex marido y las opiniones de sus eventuales detractores y detractoras y se expuso bien de frente y haciendo un buen uso de su historia en su trabajo. Sale a la luz sin miedo de ser “la tóxica”, transciende el “que dirán”, sin miedo a mostrar su despecho y sin miedo a exponer abiertamente cierta atención a la importancia de ganar bienes materiales. (No hay nada malo en ser mujer y querer ganar dinero y tener poder.) Lean bien, ganar, no pedir, no rogar, no estar esperando la indemnización emocional y monetaria. Sale a ganarla, transciende el paradigma del “me debe porque yo tengo razón”. Lo aplasta con su poderosa exhibición de la vulnerabilidad. De hecho, leer bien e interpretar bien el grito de la loba es central aquí. Porque justamente lo que temo es que la frase “las mujeres no lloran, las mujeres facturan” sea leída desde su peor prisma, el que perjudica a las mujeres. Es probable que los detractores apunten a destacar el estereotipo de género de que “las mujeres lo que quieren es la plata que los hombres les dan” que siempre señoras, siempre a lo largo de la historia nos ha perjudicado a todas. Me desagrada el mal uso que harán de esa frase en los próximos días. La banco a muerte a Shakira en su canción, pero dejo claro para que no se lea mal, que ella está facturando con su trabajo y que eso es todo lo que está bien. Siempre aconsejo a mis pacientes a no aceptar nada que parezca ser gratis. Le digo que no vayan a ningún lado donde no tengan que poner su parte de la plata, porque lo que no se paga en plata, se pagará en sumisión. Aborrezco por completo la idea del Sugar Daddy y su versión mundana “me gusta que mi hombre tenga auto” me pone de punta hasta los pelos de las axilas. Con respecto a no llorar, creo en lo personal que el llanto no debe ser domesticado sino festejado. Las lágrimas lavan los ojos, háganse un favor a sí mismas y no retengan sus lágrimas a veces las necesitamos para ver mejor. Y elevar bien alto la copa del despecho, es sin ninguna duda, empoderarse. Negar la existencia del daño no sirve de nada bellas, hay que gritar bien alto el despecho, porque donde renunciamos a despecharnos estamos renunciando a indignarnos y esa, esa es la peor mentira de la actualidad. Así que yo quiero que lloren y que se levanten y quiero también que facturen. No hay nada malo, pero nada en facturar con su despecho. Paquita la del Barrio lo hace muchísimos años y a mucha honra. ¿No la conocen? Hay mil razones que lo explican, pero más que explicarla, les propongo que la conozcan porque es absolutamente maravillosa. Así que en lo que a mí respecta, y habiendo hecho el debido disclaimer al estilo UADMA, aguante Shakira, gracias loba por el debate, y por favor no dejen de llorar, de levantarse, de sonreír, de sentir, de indignarse cuando las tratan mal y de ganar vuestro dinero propio. Lloren y facturen, se puede todo.

Comentarios

  1. "La amargura es como el cáncer. Se alimenta del huésped. Pero la ira es como el fuego. Lo quema todo.
    Aferrarse a la amargura es una de las cosas más tóxicas que puede hacer una persona. Es veneno para tu trabajo y para tus relaciones.
    Y la ira puede ser un destructor de todo lo que tienes alrededor, incluido tú mismo. Pero esa ira se puede canalizar en algo productivo, como es escribir, cantar o crear. Hay que desprenderse de la ira o usarla como herramienta para lograr algo positivo." Maya Angelou-
    Shaki tomo su ira y la transsformo en musica. Y facturo. Y ayudo a todas las que callan obedientes xq no tienen poder o dinero. Gracias hermana 💜

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Cena de amigas

Una amiga de mi amiga, acaba de regresar de su primer viaje sola.  La otra amiga de mi amiga está enamorada de un hombre que le dice que no quiere compromisos y que quiere que las cosas fluyan.  Tienen todavía otra amiga que, en una cena, confesó con pudor que no le gustaba dar la teta en público. Tuvo cierto temor a recibir comentarios poco empáticos.  Una cuarta amiga de este grupo, faltó a la cena porque tuvo que quedarse cuidando al hijo de la pareja. Al final, él tenía que salir con los amigos y la madre de la criatura no se podía quedar porque no era su fin de semana.   La que vino con ella, está empezando a sentir una atracción por su jefa, y no sabe cómo lidiar con esto. Cuando decidió irse, la amiga de mi amiga pidió un “uber” pero le recomendaron la aplicación “sara”, igual al “uber”, donde todas las choferes y pasajeras son mujeres.  Esta amiga, tiene dos hijos varones, y pasó todo el viaje pensando que, si para sentirnos más seguras tenemos que constru

El peor error que cometi estando con el PsicoNarci

Hoy me desperté con una pesadilla, de esas de flashback que nos dan de vez en cuándo... En mi sueño estuve de vuelta en casa de mis ex suegros. En un pueblo chiquito y aislado donde yo no hubiese elegido vivir nunca si tuviera en ese entonces los conceptos que tengo ahora. En mi pesadilla de horror manejaba el y yo no, el estaba cerca de su familia y yo lejos de la mía. Yo estaba sin ingresos. El dormía conmigo en la cama y me acariciaba y yo no quería. Le decía que me dejara en paz y no había caso. Era rarísimo porque yo estaba con mi pareja actual que es un amor total y estaba en esa casa y en ese lugar, rindiéndole pleitesía a alguien que no quería. Por fin se da una fiesta en esa casa y mi ex suegro levantaba un vaso para hacer un brindis. Se le leía el sarcasmo en la frente. Yo sabía que se me venía una humillación terrible. De a poco me empiezo a dar cuenta que era el día (que honestamente no recuerdo cual) en que me casé con el PsicoNarci (el primero, el inservible) po

El cementerio de amigas

“Cuándo veo todas las amigas que perdí, me pregunto si la tóxica soy yo”, dice la amiga de mi amiga. Lo dice con desesperación, tristeza y casi en llanto. Los relatos de las amigas de mi amiga suelen ser tan desgarradores como frecuentes. Una amiga de amigos, le pasa, que todos la dejan abandonada y descuidada cuando se ponen en pareja. La otra amiga le pasa que, al ser muy sociable, conoce mucha gente, pero al cabo de pocos meses dejan de llamarla e incluirla. Hay una amiga en particular que como trabaja en RRHH me cuenta como la gente se le acerca hasta conseguir un empleo o un contacto. Ella claro, se brinda con su mejor disponibilidad, ayuda a armar el curriculum hasta los entrena para la entrevista y lo cierto es que esas “amistades” no se revelan duraderas. Otra amiga que da cursos de formación profesional, relata que ya invitó varias colegas a los cursos de manera gratuita, para ayudarlas dice, y me pregunto hasta donde llega nuestro afán por haceros amigas, nuestra neces