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Mostrando las entradas de febrero, 2019

Amarte como nadie puede ...

Una amiga de mi amiga cuenta su más reciente historia. Todas las historias que conocemos ya fueron escritas anteriormente. Pero esta es un superclásico revisitado.  Su más reciente conquista, que le hablaba por what’s app todos los días a la mañana y por la tardecita, trágicamente "dejó de hablarle" después de la primera noche de pasión.  La amiga que la escucha, casi no puede contener la risa. Al final, eso, hoy día, es lo que nos pasa a todas. Y seguramente a ellos, tampoco les pasa tan diferente. Bien no está, pero es así. En vano trata de ejemplificar y calmar la protagonista del relato. La  amiga de mi amiga, obviamente ya habló con todas las amigas, amigues, peluquera, psiquiatra y la madre y de todas recibió un consejo diferente.   “Mira que a todas y todos ya nos pasó eso”, “Mira que vos también ya lo hiciste”, “Ya leíste el amor líquido de Zygmunt Bauman??”, “Eso son como los colectivos, perdes uno agarras otro”, “Y bueno de la manera que la gente está

Ordenar el caos después de un viaje

Una amiga de mi amiga, a sus 43, acaba de regresar de Miami.  Se fue de viaje con una amiga, dejó en casa el marido y dos hijos de 9 y 14 años.  Antes de viajar a Miami, había perdido 12 kilos. Estaba hecha una diosa. Su amiga había ganado recientemente unos 8 kilos. Estaba una diosa también.  Entre que playa, noche, margaritas, spa y shopping, se pasó el viaje de su vida.  Cuando regresó la fue a buscar al aeropuerto la suegra, quien no perdió oportunidad de pasar factura por todas las noches que tuvo que quedarse con los críos.  Llegó a casa, y nadie le había comprado flores. Tuvo hambre y al abrir la heladera, observó que el queso blanco y el dulce de leche light, se habían terminado.  El living de su casa, parecería que se hubiera explotado un koh-i-nor, proyectando ropa en todas las direcciones. Cayó en la tentación de sentirse una víctima por un rato.  Lentamente, empezó, como por inercia, a ordenar el caos.   Pero no el caos de la casa.  Ese lo iban a or

El amor romántico en tiempos de Tinder

Una amiga de mi amiga acaba de separarse. Estuvo en pareja entre los 23 y los 33.  Ahora que desembarcó en la realidad de “como se sale en los días de hoy”, se encuentra más perdida que su abuela tana cuándo llegó en barco. Le habían dicho que en el nuevo mundo había oro en las calles. Lo cierto es que, la pobre señora empezó sus días de inmigrante lavando ropa y viviendo en un inquilinato.  Corajuda como su abuela, se decide a encarar sus nuevas posibilidades amorosas, convencida de conquistar su América.  Para su enorme sorpresa, es muy exitosa en las redes. Se mira al espejo y decide que no está nada mal para sus 33.  Rápidamente arma un flowchart de decisiones que le permite elegir el candidato adecuado. Tiene algunos encuentros, con algunos señores y hasta (porque no) con una señora. Al final pasó tanto tiempo sin experimentar otras cosas, es hora de vivir un poco. Y al final hay tantas oportunidades esperando en estas redes. Decide que esto del online datting es

Las mujeres, el asado y el joven encamisado

Una amiga de mi amiga se desahogaba el otro día, habiendo regresado de visitar a sus padres.  Después del típico asado de Domingo, se había repetido la típica escena en la que los hombres se quedan conversando mientras que las mujeres limpian los platos de todos y se retiran en conjunto de la mesa para la cocina. Las dueñas de casa limpian y ordenan y es buena educación que las visitas femeninas ayuden a este proceso.  Resulta que justo había llevado una amiga extranjera a compartir el domingo, y cuándo vio esta escena repetirse, de algún modo se avergonzó. Esta emoción fue nueva. Al final esto  no  era tan natural como ella siempre lo había tomado.  Le daba que pensar la opinión de su amiga, ¿qué pensaría de estos hábitos tan extraños en los cuales la mitad de la población trabaja mientras que la otra descansa? ¿Esto será así en todos los países?  La amiga extranjera después de observar la escena por algunos minutos, consultó si podía ayudar con algo. Le encargaron llev

Cena de amigas

Una amiga de mi amiga, acaba de regresar de su primer viaje sola.  La otra amiga de mi amiga está enamorada de un hombre que le dice que no quiere compromisos y que quiere que las cosas fluyan.  Tienen todavía otra amiga que, en una cena, confesó con pudor que no le gustaba dar la teta en público. Tuvo cierto temor a recibir comentarios poco empáticos.  Una cuarta amiga de este grupo, faltó a la cena porque tuvo que quedarse cuidando al hijo de la pareja. Al final, él tenía que salir con los amigos y la madre de la criatura no se podía quedar porque no era su fin de semana.   La que vino con ella, está empezando a sentir una atracción por su jefa, y no sabe cómo lidiar con esto. Cuando decidió irse, la amiga de mi amiga pidió un “uber” pero le recomendaron la aplicación “sara”, igual al “uber”, donde todas las choferes y pasajeras son mujeres.  Esta amiga, tiene dos hijos varones, y pasó todo el viaje pensando que, si para sentirnos más seguras tenemos que constru